viernes, 30 de diciembre de 2011

En la ausencia de Diana

Cuando la noche se hace cómplice con tu ausencia.
Mi alma vagabunda, te busca en los recuerdos que abundan.
Mi corazón enclaustrado en estas cuatro paredes, se siente abrumado.
Mis pupilas se dilatan, para enseñarme la escalinata.
La escalinata que me rescata, de este enorme vacío.
La escalinata que está hecha en una hermosa esmeralda.
Tu ausencia que corrompe mis sentidos, que los nubla y que causa pesadumbre.
Y es el color miel, a la luz del sol que da tus ojos,
Lo que mis manos temblorosas buscan en la penumbra.
Ausencia de tu cuerpo junto al mío dándonos abrigo.
El naufragio en el mar de retazos, de nuestra cama;
nos llevó hasta dos orillas ya muy lejanas.
Pero en esta balsa artesanal, hecha de palabras;
Emprenderé mi viaje, hasta encontrarte.
El viento será testigo, del cantar del trigo.
El trigo replicará lo que yo, en esta noche escribo.