sábado, 9 de julio de 2011

De las entrañas profundo del grito del rio.
Se tornan más claros los canticos de los peces.
Adornan con sus luces los cucullos,
Lo que yo considero un mar de arrullos.
Un trago de aguardiente más para espantar el frio,
Hace más claro también las sinfónicas piezas del rio.
Mis dedos entumecidos por el dolor de mi alma,
Siento las agudas tonadas de aquel que ama.
Un trago más para opacar las voces que gritan en el silencio,
Demuestran como mi cuerpo no puede más de cansancio.
Un suspiro de mi alma melancólica,
Acompañada de un halito alcohólico.
Me ayuda a prender un cigarro para acompañar esta noche.
La vida, la vida, la vida.
Es un manojo de cosas hermosas,
Acompañada de muchas cosas dolorosas.